
Lorna mostró su tiro en la cabeza, y el hombre de la túnica celeste certificó: "descarga a quemarropa en la frente". Avanzó sin serias preocupaciones hasta que a metros de la puerta gigante alguien la detuvo y así la interrogó ...
¿Su pase es para la muerte o para la soledad? No tengo pase... tengo un tiro en la frente. Eso no importa, vuelva, aquí no es. ¿No es? cómo que no es...cómo que NO es. Y no, no es. Ah, no es. No; no es. Aha. Mhhhh.
Una duda antes de irme... ¿a dónde me lleva el pase a la soledad? Una enorme pausa se interpuso, pero finalmente el sujeto contestó. A una larga cola del supermercado donde al llegar a la caja usted constata que no compró nada. Y antes de que me pregunte, le informo que el pase a la muerte la lleva a la misma fila, pero nunca ha de llegar a ningún lado, por lo cual, todo lo posterior al hecho de llegar, es absolutamente innecesario. Ahora por favor, no me haga perder más tiempo.
Lorna se fue.
Sin su carrito.